Se asemeja a la danza contemporánea, aunque cuente con elementos diferenciadores que la hacen ser una disciplina independiente.

En la Lírica, los bailarines y bailarinas se inspiran en la letra de una canción o música instrumental para expresarse corporalmente. Recursos artísticos como gestos, expresiones faciales, movimientos complejos y técnicos son tenidos en cuenta a la hora de transmitir emociones.

La coreografía está determinada por las actitudes y percepciones del propio artista o del coreógrafo.
Los practicantes de danza lírica, además de interpretar la música y expresar emociones, aprenden una elevada base técnica clásica y mejoran su condición física y el tono muscular. Es una disciplina ideal para los amantes de jazz y ballet.

En forma lúdica, van desarrollando capacidades tales como la correcta colocación del cuerpo, la utilización del espacio, la coordinación y la rítmica. Todo enmarcado con el aprendizaje de los movimientos básicos del Ballet.

La clase se divide en varias etapas, pasando desde un entrenamiento físico, elongación, técnica de danza, estiramiento, entre  otros. En el transcurso de la misma se preparan diferentes marcaciones de danza para concluir bailando las coreografías enseñadas, las mismas pueden ser de estilos musicales diferentes tales como: Jazz, Comedia Musical, Pop, etc.